Esta es Mi Palabra
A y W
El Evangelio de Jesús
La manifestación de Cristo que el mundo no conoce
Cristo,
el Hijo de Dios,
el Corregente de los Cielos,
el Redentor de todos los hombres
y almas,
el Constructor y Soberano
del Reino de Dios en la Tierra,
se manifiesta
sobre Su modo de vivir, pensar y obrar
como Jesús de Nazaret
"... quien tome al pie de la letra las palabras que pronuncié siendo Jesús de Nazaret, aún hoy errará el camino; pues las palabras eran y son sólo símbolos e indicadores de camino para la verdad interna. ... El sentido de las palabras de la vida sólo puede ser captado e interpretado correctamente por hombres que anhelan la verdad y se esfuerzan por alcanzarla".
Todos los seres y hombres deberían saber de Dios, la luz eterna, la verdad ilimitada. Y a todos les ha sido dado el libre albedrío, para aceptarla o rechazarla.
- Vida Divina -
CAPITULO 43
El rico y el Reino de los Cielos.
Los mandamientos de la purificación
Seguimiento de Cristo y propiedad (1-4). Todas las cosas son posibles al que se esfuerza por alcanzar lo espiritual-divino, su verdadero ser (6). Dios o Mammon [la riqueza]. El aspirar a cosas materiales y sus consecuencias (7). Quien renuncie al materialismo, recibirá de múltiples maneras en el eterno SER (8-9). Limpieza externa y pureza interna. Del ser fiel a la letra se deduce la infidelidad a Dios (10-16)
1. Y he aquí que uno dijo: "buen Maestro, ¿qué de bueno haré yo para alcanzar la vida eterna?" El le dijo: "¿por qué Me llamas bueno? Nadie es bueno sino Dios; pero si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos" . El Le dijo: "¿cuáles son?"
2. Jesús dijo: "¿qué enseña Moisés? No matarás, no adulterarás, no hurtarás, no levantarás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre y ama a tu prójimo como a ti mismo". El joven Le dijo: "todo eso lo he guardado desde mi niñez. ¿qué me queda aún?"
3. Jesús le dijo: "si quieres ser perfecto, ve, vende cuanto te sobra, dalo a los que nada tienen y tendrás un tesoro en el Cielo, y ven y sígueme".
4. Al oír el joven estas palabras, se fue afligido, pues tenía muchos bienes; sí, más de lo que necesitaba. (Cap. 43, 1-4)
YO, CRISTO, EXPLICO, RECTIFICO Y PROFUNDIZO LA PALABRA:
Quien aspira a bienes terrenales, quien considera como propiedad suya, el dinero que posee, y lo aumenta únicamente para su bien material, ya ha sido recompensado por el mundo y no puede recibir otra recompensa en el Cielo. Tampoco puede seguirme a Mí, el Cristo.
Los hombres que viven en el pro y el contra, queriendo por un lado conservar lo que poseen y su dinero como propiedad y, por otro, Me quieren seguir a Mí, el Cristo, están divididos. Por un lado, su corazón está con sus bienes materiales y, por otro, sus sentidos están con el evangelio del amor. Ambas cosas no pueden hacerse compatibles. Este modo de comportarse sólo trae dificultades al hombre, y, al alma, cargas; pues nadie puede servir a dos señores -al espíritu de Dios y a Mammon [la riqueza]-. Cada hombre y cada alma, más pronto o más tarde, son llevados ante la decisión: servir a Dios o a Mammon [la riqueza].
5. Entonces dijo Jesús a Sus discípulos: "en verdad os digo que difícilmente entra un rico en el Reino de los Cielos. Y además os digo: es más fácil a un camello pasar por el portal del ojo de la aguja, que a un rico entrar en el Reino de los Cielos". (Cap. 43, 5)
YO, CRISTO, EXPLICO, RECTIFICO Y PROFUNDIZO LA PALABRA:
Esta comparación con el ojo de una aguja, con el tiempo ha adquirido un significado simbólico. Se refiere a cosas entonces existentes en Israel cuando Yo, Cristo, estuve encarnado en Jesús: en Jerusalén había una puerta estrecha, semejante al ojo de una aguja, por la que podía pasar justo un hombre.
6. Oyendo esto Sus discípulos se asombraron mucho y dijeron: "¿quién, pues, podrá ganar el Cielo?" Mirándolos, Jesús les dijo: "para los sentidos físicos es imposible, pero para los espirituales todas las cosas son posibles". (Cap. 43, 6)
YO, CRISTO, EXPLICO, RECTIFICO Y PROFUNDIZO LA PALABRA:
Con la afirmación: "para los sentidos físicos es imposible, pero para los espirituales todas las cosas son posibles", se hace referencia a los sentidos humanos y a los espirituales. Los sentidos humanos aspiran al bienestar terrenal -en cambio, los sentidos espirituales son las finas fuerzas del alma, las cuales están en comunicación con el Eterno.
Quien refina sus sentidos humanos y se orienta a Dios en su interior, alcanza el sentido adecuado para la verdadera vida, ya que aspira a lo espiritual-divino, a su verdadero ser. Para el hombre espiritual, que sólo hace lo que está en la voluntad de Dios, todas las cosas son posibles, pues recibe del reino del interior. Quien viva en el reino del interior, también en lo externo tendrá todo lo que necesite, y más aún.
El hombre es hijo de Dios y, conforme a su verdadero ser, tiene la riqueza de Dios en sí mismo. Cuando un hombre la desarrolla en sí -arrepintiéndose de los pecados que ha reconocido, perdonando y pidiendo perdón, purificando y resistiéndose más y más a lo pecaminoso-, la plenitud que proviene de Dios irradia a través de él al exterior y produce lo que es para bien del alma y del hombre.
7. "Y Yo os digo que no os hagáis amigos del Mammon de la injusticia, para que cuando muráis no os aprisione en sus moradas terrenales. Haceos mejor amigos de la verdadera riqueza, que es la sabiduría de Dios, para que podáis ser recibidos en las viviendas que perduran eternamente". (Cap. 43, 7)
YO, CRISTO, EXPLICO, RECTIFICO Y PROFUNDIZO LA PALABRA:
La afirmación, "y Yo os digo que no os hagáis amigos del Mammon de la injusticia, para que cuando muráis no os aprisione en sus moradas terrenales", significa: quien se hace amigo del Mammon, está atado al Mammon y con ello a este mundo; pues el Mammon es este mundo terrenal con sus riquezas.
Quien aspira al Mammon, poco a poco se vuelve injusto para con sus semejantes y para con lo que le rodea, las fuerzas y formas de vida de la Tierra. Ya no aprecia la vida de su prójimo y de la Tierra. Sólo piensa en su yo, que quiere afirmarse cada vez más a través de riqueza y prestigio.
Adonde los sentidos arrastran al hombre, allí está su corazón, allí está su tesoro: cuando el alma de un hombre egocéntrico abandona su casa, el cuerpo humano -es decir cuando muere la envoltura, el hombre-, el alma es acogida por aquellos que han servido al hombre en la existencia terrenal. Estos pueden haber sido hombres o almas. El alma de esta persona, o se reunirá en el reino de las almas con estas almas que durante su vida terrenal le han preparado los caminos al éxito, o volverá a encarnar junto a las almas de estos hombres -es decir, que serán reunidas en nuevos cuerpos humanos-, y vivirá junto a ellas en moradas terrenales.
"Haceos mejor amigos de la verdadera riqueza, que es la sabiduría de Dios, para que podáis ser recibidos en las viviendas que perduran eternamente", quiere decir: consagrad vuestra vida y vuestra forma de pensar al Eterno, y ejercitaos ante todo en alcanzar el Reino de Dios. Entonces os volveréis sabios y viviréis, ya en vestido terrenal, conscientemente en el reino del interior. Después de la muerte física os encaminaréis hacia las viviendas eternas, las cuales son vuestro verdadero Hogar. La peregrinación por la Tierra en vestidos una y otra vez nuevos, en nuevos cuerpos terrenales, y la peregrinación por los reinos de las almas, habrán llegado a su fin cuando el alma haya encontrado su Hogar interno.
8. Entonces Le dijo Pedro: "mira, nosotros lo hemos dejado todo y Te hemos seguido". Y Jesús les dijo: "en verdad os digo que vosotros, los que Me habéis seguido, al renacer, cuando el Hijo del hombre se siente en Su trono de gloria, os sentaréis también, sobre doce tronos, y juzgaréis a las doce tribus de Israel; pero el dar las cosas de este mundo no es asunto Mío.
9. "Y quien deje bienes, casas o amigos por causa del Reino de los Cielos y Su justicia, recibirá el céntuplo en la vida venidera y heredará la vida eterna. Pero muchos, que son los primeros, serán los últimos, y los últimos serán los primeros". (Cap. 43, 8-9)
YO, CRISTO, EXPLICO, RECTIFICO Y PROFUNDIZO LA PALABRA:
Yo, Cristo, os digo: quien lo deje todo y lleve una vida justa, divinizando su forma de pensar, hablar y actuar, habrá renacido en el interior, pues habrá alcanzado el renacimiento en el espíritu. Su alma ya no volverá a la carne después de la muerte física.
Cuando Yo regrese en espíritu, los justos Me verán sobre el trono de la gloria eterna, pues vendré con todo poder y gloria, y estarán conmigo todos aquellos que viven en el reino del interior.
Los doce tronos, entre otras cosas, son símbolos para las doce tribus de Israel, las cuales han rechazado la elevada tarea de ser el pueblo de Dios. Dios no juzga. De la misma forma les es mandado a todos los hombres y seres no juzgar. Quien crea causas, es su propio juez; es su propio tribunal.
"Pero el dar las cosas de este mundo no es asunto Mío". Yo Soy la Luz del mundo y traigo la luz a este mundo -y no lo que hace pobre a este mundo: Mammon [la riqueza].
Quien renuncie al materialismo, a Mammon, es decir quien abandone bienes, casas o amigos por amor al Reino de los Cielos y Su justicia, recibirá de modo múltiple en la vida venidera, en el eterno SER, y estará allí conscientemente en casa. Por lo tanto aspirad primero al Reino de Dios, que es la vida interna.
10. Y se acercaron a El fariseos y escribas que habían visto a uno de Sus discípulos comer sin lavarse las manos.
11. Y se enojaron por ello, pues los judíos no comen antes de haber lavado sus manos, y además observan otras muchas costumbres al lavar los vasos, las vasijas y las mesas.
12. Y dijeron: "¿por qué no todos Tus discípulos siguen la tradición de los antiguos? Hemos visto que comían sin haberse lavado las manos".
13. Y Jesús dijo: "ciertamente os ordenó Moisés limpiaros y mantener vuestro cuerpo limpio y vuestras vasijas limpias, pero vosotros habéis añadido cosas que no pueden ser observadas por todos, en todo tiempo y en todo lugar.
14. "Oídme pues: no solamente las cosas impuras que entran en el cuerpo manchan al hombre, sino mucho más los pensamientos malos e impuros que surgen de su corazón manchan interiormente y también manchan a otros. Cuidad por eso vuestros pensamientos y limpiad vuestros corazones y que vuestro alimento sea puro.
15. "Esto debéis hacer, sin dejar las otras leyes. Quien quebranta la ley de la purificación porque ello es inevitable, está libre de censura, pues no lo hace ni por voluntad personal ni por despreciar la ley, que es justa y buena; pues la limpieza en todo, es un gran beneficio.
16. "No adoptéis las malas costumbres del mundo, ni tan sólo aparentemente; pues muchos son conducidos al mal por la apariencia externa y por el disfraz del mal". (Cap. 43, 10-16)
YO, CRISTO, EXPLICO, RECTIFICO Y PROFUNDIZO LA PALABRA:
El lavarse las manos y el limpiar las tazas, vasijas y mesas son una necesidad en este mundo, pues la tierra es materia de piedras, tierra y polvo. Estas y otras sustancias de vida son necesarias para que pueda vivir el cuerpo humano.
Así como el viento y la lluvia limpian la atmósfera y la tierra una y otra vez, así también el cuerpo terrenal necesita ser limpiado e igualmente los vasos, las vasijas, las mesas y todos los demás objetos. Todas estas cosas externas deben ser cuidadas, pues la limpieza externa es también una expresión de lo interno.
Pero la sola limpieza externa no consigue la purificación del alma. Cuando el hombre está manchado internamente por el pecado, a menudo pone gran énfasis en las leyes de limpieza externa, para esconder la impureza de sus pensamientos, palabras y actos. Sin embargo, quien sea puro en su interior, también cuidará de la limpieza y pureza en lo externo.
Lavarse las manos antes de comer no siempre es posible, dadas las circunstancias externas. Pero esto no tiene nada que ver con la impureza del alma. Quien reclama por esto una y otra vez, en especial cuando no hay posibilidades de limpiarse, sólo tiene ojos para lo externo, porque en él los valores internos están todavía sepultados por el pecado.
Moisés ha mandado a los hombres mantener limpio tanto lo interno como lo externo. Pero quien sólo tiene ojos para lo externo, para el mundo y sus costumbres, sólo crea leyes externas y con ello se olvida de lo que en realidad se trata. Quien no puede captar las afirmaciones de hombres y mujeres justos, tampoco las puede interpretar, y entonces lo relaciona todo con este mundo y sus instituciones, costumbres y tradiciones.
Guardaos de considerar sólo la palabra y lo que ésta literalmente expresa como la verdad. Comprended: cierto que en la palabra está la verdad, pero ella es sólo un símbolo y no la verdad misma.
Quien sólo se fije en la palabra y en la letra y las considere la verdad y las transmita, interpretará la palabra de Dios según su criterio y por tanto añadirá lo que él, conforme a su nivel de conciencia, crea que es la verdad.
Repito: quien sólo se fija en la palabra, no encuentra en ella la verdad.
La fidelidad a la letra indica que hay infidelidad a Dios. El hombre que no realiza las leyes de Dios, se agarra por eso a las letras. Esta forma de pensar fiel a la letra ha conducido al mundo a un caos. Esto sucedió en todos los tiempos y en todos los lugares, y también sucede en el tiempo actual [1989].
Tened en cuenta: no lo impuro que se adhiere todavía por ejemplo a las manos, vasijas o alimentos y entra por la boca, mancha al hombre y al alma, sino más bien las sensaciones, los pensamientos, las palabras y los actos, malos o negativos o contrarios a la ley, son los que manchan al alma y al hombre; pues se introducen en el alma del hombre y a su vez salen desde allí. Invaden el cuerpo y entonces el hombre tiene que cargar con lo que ha sembrado. Por lo tanto prestad atención a vuestra forma de sentir, pensar, hablar y actuar, y tomad sólo los alimentos que Dios os ha regalado. El Eterno os los ofrece a través de la naturaleza. Deberíais ateneros a ello.
Comprended: la pureza interna es decisiva. Pero no desatendáis por eso las demás leyes: el amor desinteresado, la misericordia y la bondad, el libre albedrío y la unidad con la vida.
Quien no guarda las leyes de la limpieza externa cuando no es posible, con ello no carga su alma, pues no lo hace por voluntad personal. La voluntad personal no respeta las leyes eternas.
La ley de Dios ordena aspirar a la pureza en todas las cosas: el hombre no debe descuidar ni su cuerpo ni su alma, ni tampoco su entorno; pues en todo está la vida que proviene de Dios, y debe ser en todo respetada.
No os agarréis a las tradiciones del mundo; tampoco en apariencia. Mantened en todo la justicia de Dios, y seréis abiertos y sinceros y rectos en el proceder externo.
El que viene de las tinieblas se viste con muchas vestiduras, para "aparentar". Sólo reconoce infaliblemente la apariencia, quien aspira al SER, a la sabiduría y la justicia de Dios. El no sucumbe al engaño, a la apariencia.
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