




Con el sentir del pueblo en su canto
Alí Primera hizo camino al andar
Más que un cantautor o poeta, Alí es la referencia a viva voz del latir de un pueblo que llora, ríe, sueña y no pierde la esperanza, un hombre de gran sensibilidad y agudeza, que con la revolución en el alma nos dejó el patrimonio invaluable de su pensamiento hecho canción y protesta
Pablo Sabala
Alí Rafael Primera Rosell, nació en la histórica ciudad de Coro en el estado Facón el 31 de octubre de 1941 en el seno de una familia humilde, su padre fallece cuando apenas contaba con dos años de edad en un tiroteo en la prefectura donde trabajaba. El incidente hizo trasladar a la familia Primera a San José de Cocodite
Junto a su hermano Asisclo se hace limpiabotas, con un cajón de madera en el que se podía leer "hoy no fío, mañana sí". En aquella época Alí y Héctor se inscriben en la escuela Raúl Lugo, donde son aceptados en 2do grado.
Por esos años conoce a Raúl “caburito” Quintero, quien sería su amigo por siempre, desde temprana edad Alí mostró el elevado concepto y valor que la amistad representaba en su vida.
Llegó la música
A la edad de 14 años, Alí se acerca un paso más a la música a través de un cuatro que le regala su hermano Asisclo, es cuando comienza a “charrasquear”. En un principio sus versos se tornaron al amor, mientras su pensamiento se ligaba con volantes y panfletos contra la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez; también se perdía de cuando en cuando en tertulias con pescadores de la zona como Juan Bariaca, Tulio Guariato, Bolivita y el viejo Mingan.
El perfil de la revolución
Es en el año 1956 cuando Alí decide irse a Caracas, donde ingresa al liceo con el objetivo de culminar su bachillerato, posteriormente en el año 1958 aparece con la boina roja y un carnet que lo llevará a formar parte activa de la guerrilla urbana.
Paralelamente la revolución cubana triunfa de la mano de Fidel, el Che y Cienfuegos, la esperanza recorre las venas de los partidos comunistas de América Latina, la redención se vislumbra cercana.
Ingresa a la Universidad Central de Venezuela donde emprende la carrera de ingeniería química. Al mismo tiempo su lucha militante continúa, su voz ya no podrá ser callada, a pesar de ser preso por el gobierno de Raúl Leoni y ser recluido en los calabozos de la Digepol, allí compone el tema: “Humanidad”.
Alí y el mundo
Para el año de 1968, Alí es becado por el PCV para continuar sus estudios en Rumania. Luego de más de dos años, antes de obtener el grado, cuando ya casi completa la tesis, le escribe a su madre y le indica que el no quería someterse a la explotación de las compañías petroleras. Entonces es así como emprende su viaje a Suecia donde tiene a sus dos primeros hijos con la Sueca Tarja Osenis, estas se llamaran: María Fernanda "Shimpi" y María Angela "Marimba".
Luego parte a Alemania donde con canciones mexicanas aprendidas de Pedro Infante, canta para conseguir su sustento. En Alemania logra grabar sus primeras canciones con contenido social. Siempre recordara al albañil que le dijo "no vendas tu canto, que si lo vendes me vendes, que si lo vendes te vendes". De allí continuará su marcha hacia Polonia y la Unión Soviética donde canta en la Plaza Roja de Moscú.
Alí regresa a Venezuela en el año de 1973, donde en la búsqueda por la unidad del pueblo, acompaña a José Vicente Rangel y al MAS. En Barquisimeto conoce a su futura esposa (Sol Musset), la cual venía de ganar el concurso de "la voz liceista" y se presentaba en el festival "los Venezolanos primero" en el año de 1977.
Luego el destino de sus días estarían destinados a la lucha por el pueblo, al canto por las masas y a su increíble solidaridad para con la lucha de "La Patria Buena". Con el correr de los años las persecuciones se multiplican, los atentados son más frecuentes; la amenaza que significaba el canto de Alí para las cúpulas del sistema se vuelven cada vez mas solidarias y un día (16 de Febrero de 1985) un fatal accidente automovilístico envuelve de luto al pueblo de Venezuela.
"Canción a canción, lucha a lucha, iremos formando la canción que cante al pueblo que nos ha cantado siempre. Toma tu guitarra, empuña tu conciencia y canta... apunta tu compromiso contra quienes hacen que exista gente de nuestro pueblo viviendo solo un poquito mejor. Habrá que "armar" nuestras canciones con nuestra propia conducta, no con frases rebuscadas en entrevistas, caer en poetización pretenciosa es perdernos...
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