Paralela y puntualmente les pedimos pendejetes de que paren a sus paramilitares y sus patológica paranoias; no sólo contra el país, sino contra el mundo entero, porque no nos van a "mandar a callar" como el baturro Borbón. Se los decimos así de clarito por mas imperio o corona que sean. Estamos, no?
Que el ministro de gobierno y el propio presidente se hayan referido al caso pidiendo explicaciones sobre una foto familiar en la que aparecen amistosamente aparejados, tanto Mr. GOLPErg como Carlos Dabdoud junto a un ex paramilitar y asaltante asesino como John Jairo Venegas, autor confeso de un abominable asalto y asesinato, acaecido en Cochabamba, no debería ponerlos nerviosos a los norteamericanos, si es que es como dice embustero embajador, de que sólo se le acercó el colombiano para pedirle que posara con el, para la posteridad.
Pero si es que nos detenemos a analizar lo que manifestó el ministro de GOBIERNO -encargado directo de la seguridad interna, por si acaso- nos daremos cuenta que en ningún momento acusó al embustero embajador de alguna anomalía, tan sólo textualmente cuestionó: "Esta foto abre muchas interrogantes y quienes aparecen ahí abren muchas interrogantes".
Por su parte el presidente Evo Morales, como era de esperarse también expresó su extrañeza, señalando: No se puede entender, una fotografía de Goldberg con un paramilitar colombiano". Eso fue lo exactamente expresado; tanto por el ministro como por el presidente.
Pero de ahí a que ahora nos venga belicosa, autoritaria y absolutistamente a advertir el portavoz del departamento de Estado, Sean Mac Cormack, con que: El mensaje básico es paren con eso. Basta. Las alegaciones son falsas, son infundadas y no están coadyuvando a cultivar las relaciones bilaterales entre Bolivia y los Estados Unidos". O es porque se les puso el dedo en la llaga, o es que realmente están queriendo EEncUUbrir sus infames e inconfesables intencionalidades de dEEstrUUir Bolivia.
Porque suena como una especie de alteradísima advertencia de los americanos lo expresado por su funesto funcionario. Claro no se exactamente con que objeto: Intimidarnos? Ordenarnos? Amenazarnos? o Asustarnos? La verdad es todo, un ambiguo acertijo. Claro que de parte nuestra tenemos que estar contundentemente convencido que NADIE nos manda a callar, se los decimos así de clarito.
Y es menos los tanánticos y todopoderosos terroristas de los nefastos norteamericanos, nos van a venir a hacer callar. Ustedes que por donde quiera que vayan siniestramente siembran terror y desolación, y por lo que mas del setenta por ciento de su población, está en desacuerdo con la asesina administración del bestial belicismo de Bush. Y no es sólo la simple ciudadanía de a pie la que desaprueba decididamente a su gobierno: artistas, escritores, cineastas, etc, etc; han declarado su decidida desaprobación con esa franca frase: "Not in our name". No en nuestro nombre.
Pero en el caso concreto de éste último incidente con la embajada, existen además sobradas sospechas para desconfiar del desestabilizador, desintegrador y divisionista diplomático yanqui, que vilmente se vino de la ex Yugoslavia para dividir el país, puesto que una secuencial serie de sospechosos sucesos, hacen pensar en esa infame intencionalidad, como el caso de los atentados explosivos en La Paz, las balas balcanizadoras, la dEEstrUUcción de nuestros mísiles, etc.
Y si a eso le añadimos que el gobierno del siniestro sicópata de Bush cobija corruptamente a conspiradores como al ex golpista del presidente Chávez; Pedro Carmona, o a su tenderness -cariñoso- terrorista Posada carriles, o a Gonzalo Sánchez de Lozada. Bien clarito les decimos ¡nadie nos manda a callar carajo!.
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