Por Miguel del Padrón.(DIRECTAMENTE DESDE ESPAÑA)
El domingo 8 de diciembre el Partido Popular proyectó un documental con testimonios de varios anexionistas de origen cubano. El local escogido fue un lujoso hotel y el costo de los comenzales elevadísimo. Buen banquete a costa de la CIA y la embajada de Estados Unidos en Madrid.
Nacho Uriarte, presidente de Nuevas Generaciones del Partido Popular, acusó al gobierno español de "asfixiar" a la disidencia cubana para "mejorar sus relaciones con Fidel Castro". Aseguró que si el candidato conservador a las elecciones legislativas de marzo, Mariano Rajoy, gana las elecciones, dará "oxígeno y apoyo" a los disidentes cubanos. Le faltó decir que tratará de asfixiar al resto de los once millones de cubanos.
Tampoco respondió como reaccionará el gobierno de la Isla, puede que envie a los representantes de ese supuesto gobierno para el Polo Norte para que se congelen las relaciones hasta que el celentamiento global los arrastre junto a los tempanos de hielo.
Es claro que si ese señor gana las elecciones, los cubanos van a responder, pero no su gobierno, sino el pueblo como ya lo hace desde hace más de 45 años de bloqueo genocida. Hay que admitir que son pocos creativos los jóvenes del Partido Popular subordinados a la mafia terrorista de Miami.
Uriarte, viajó a Cuba como turista y violó las leyes del país antillano, para grabar el video junto con el secretario de Nuevas Generaciones, Ángel González. Las autoridades cubanas deberían demandarlos por ilegales, fraudulentos y agentes de una potencia extranjera, así como de injerencia en sus asuntos internos.
Mientras en La Habana 10 fascistas españolas desfilaron junto a 18 de las llamadas Damas de Blanco, que algunos medios informativos multiplicaron por 2, para decir 45 y nuestro "objetivo, veraz e imparcial" periódico El País fue más lejos y afirmó casi 50. Pero admitamos 50 damas, reinas, alfilas, peonas y no escribo el nombre de otra de las piezas del ajedrez, por que el nominativo de la pareja de los caballos, tiene una pronunciación que se escucha de forma muy fea, fuerte y ellas son mercenarias, pero mujeres.
Es difícil comprender que esos 75 presos inocentes, pacíficos y amantes de la democracia y la libertad, como afirma el Gobierno de Estados Unidos, tengan el apoyo público sólo de 18 señoras, o 45 o de casi 50 como dice El País, sumando madres, esposas, hermanas e hijas.
Según las agencias de noticias, divulgada por todo el mundo, como si esto constituyera el más grave delito en este universo convulsionado, agredido, invadido, bombardeado, masacrado, baleado y reprimido y que conste no quiero mencionar lo que pasa en Madrid. ¿Cómo es que desfilaron 50?. Es que los demás presos no tienen madres u otros parientes y las personas que transitan por las calles de La Habana dejaron de ser solidarias.
Caminaron, según los mismos despachos noticiosos, cerca de dos kilómetros, pero no encontraron apoyo de nadie, solo partidarios de la revolución cubana que se les enfrentaron dando vivas al presidente Fidel Castro. El grupo fue seguido por otro al que se le iban uniendo más personas y gritaba vivas a Fidel, a Raúl y a la Revolución cubana.
La Jornada de México refirió que la mayoría de los transeúntes se sumaron a la gritería en apoyo a Castro. "¡Pin, pon, fuera, abajo la gusanera!" y "¿Cuánto le pagaron los yanquis!?", gritaban los revolucionarios.
Las mujeres caminaron desde la iglesia Santa Rita, en la barriada de Miramar, zona exclusiva donde se ubican las embajadas, oficinas de empresas extranjeras y agencias de noticias, las mismas que reconocen que no se registró violencia física ni intervención policial.¿Porque no desfilaron estas señoras por los barrios populares o de concentración obrera, para buscar apoyo a su causa?. No lo hacen, según un comentario callejero, porque saben que por esos lugares, las personas no creen en reporteros extranjeros, agencias de noticias, ni en la policía cubana y las obligarían a correr como gacelas en las praderas africanas o canguros en la lejana Australia.
En las afueras de la iglesia Santa Rica, donde siempre son bienvenidas por el Sacerdote, las manifestantes recibieron el respaldo de provocadoras que se identificaron como "ciudadanas independientes" de España, Bosnia, Suecia y Perú.
Las extranjeras admitieron que llegaron a Cuba como turistas: "Hemos venido sobre todo para denunciar la falta de respeto a los derechos humanos en Cuba,..", declaró Laura Costa, concejala de una coalición nacionalista conservadora de Cataluña (España).
Sin embargo, vean el titular de El País, "Retenidas diez españolas en Cuba por participar en una marcha pro derechos humanos". Expresa el anticubano periódicos que las autoridades podrían expulsarlas en las próximas horas. Esto según un comunicado de las Juventudes del Partido Popular.
A las Damas de Blanco ya sabemos quien les paga y a las enmascaradas turistas también.
Según algunos medios noticiosos, la dama peruana y la de bosnia, son empleadas del servicios doméstico de las dos concejalas españolas.
Para las mucamas de Perú y Bosnia les debió resultar un regalo de Navidad viajar gratis a la linda y mágica Habana. Al menos en ese caso ellas también tienen derecho como sus fascistas patronas a que le paguen el viaje.
Por la noche, las autoridades inmigratorias cubanas esperaron a las mujeres en el hotel y les retiraron la documentación -pasaporte y visado- y los billetes de avión, hasta el traslado al aeropuerto, una de las concejalas llegó completamente ebria y tuvo una compostura no apropiada para una dama, pero vaya paradoja a la peruana y a la bosniana le permitirieron moverme por la ciudad y hasta según un chofer de taxis, visitar el cabaret Tropicana.
Las diez fascistas catalanas llegaron con visado de turista el jueves día 6 de diciembre. Entre las asalariadas del Gobierno de Estados Unidos, se encuentran la concejal Francina Vila; Laura Costa, concejal convergente en Sant Celoni; Marga Payola, vicesecretaria general de la JNC; Jordina Moltó, miembro de la dirección nacional de la JNC; Sara Camps, jefa del gabinete en el consejo comarcal del Alt Urgell; Meritxell Lluís, secretaria de organización de CDC en Terrassa; y Raquel Herranz, coordinadora de comunicación de CDC en Esplugues. Veremos que hacen sus electores y si investigan de donde obtuvieron los fondos para el viaje y las diversiones.
Hay que reconocer que las autoridades cubanas fueron generosas con estas mercenarias. En otro país, le dan unos cuantos balazos y la tiran por cualquier autopista, en otros varios azotes o las multan con elevadas sumas, las procesan por injerencias internas o las reciben con gases, o balas y después declaran que las confundieron con terroristas.
Deben dar gracias que les devolveran los pasaportes y los pasajes de avión, porque en otro lado se los confiscan, para que tengan que rendir declaraciones a la policía, como los delincuentes, hacer reclamaciones al consulado español para que les extiendan otros documentos y a la CIA para pagar nuevos boleto de avión.
Cuando los cubanos le den la vuelta a estos viajes de fascistas, disfrazados de turistas, puede encontrar una entrada extra de euros. Solo con firmar un decreto en que conste que todo extranjero que se inmiscuya en sus asuntos internos debe pagar una multa entre 50 a 100 mil euros. En fin de cuentas el Gobierno de Estados Unidos tiene un elevado presupuesto para estos planes contra Cuba y ese dinero puede servirles para aliviar a los enfermos de VH-SIDA.
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