José Mario
REPORTE PARA RADIO HABANA CUBA DEL 11 DE ENERO DE 2007
El miércoles de la presente semana ha sido asesinado el alcalde del municipio de Alegría, en el departamento oriental de Usulután, Wilber Moisés Funes, junto a su colaboradora Zulma Rivera, cuando se dirigían a labores propias de su gestión en una zona rural. El motorista ha resultado ileso, y es pieza clave para dilucidar las causas y autores del crimen.
Hasta el momento en que se redacta este reporte, la Fiscalía General de la República aún no cuenta con una hipótesis clara, y el jefe de la Policía Nacional Civil, Rodrigo Ávila, ha afirmado vía telefónica a un noticiero de la televisión que de lo único que se encuentra seguro es de que fue un asesinato, y que ya se encuentran investigando, sobre todo que hay un testigo vivo por el momento, si se toman en cuenta lamentables antecedentes.
Toda esta trama pudiera parecer lógica y sopesada, pero lo que sucede es que el alcalde pertenecía al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN, y que ya el país se encuentra en un ambiente pre-electoral; y que cada suceso – y más en este caso que tiene que ver dos vidas truncadas – resulta ser factor que incide en el clima de tal proceso, al que ya se le había vaticinado como de alto riesgo, por los intereses que están en juego: con una derecha enfrentada que no ha decidido un candidato que contrarreste la imagen y popularidad del periodista Mauricio Funes, y que por ende, resultando un grave riesgo para los sectores de poder económico dominante a perder el control del estado benefactor para ellos.
De tal manera que el FMLN ha demandado de las autoridades – en especial a la Fiscalía – que pongan todo su empeño en resolver el crimen, encontrar al o los culpables, y someterlos a la justicia. Sin este precedente posiblemente no pudiera impedirse el deterioro del clima político que nadie quiere, pero que todos los salvadoreños intuyen se está gestando por los sectores que tienen mucho que perder, si las elecciones se desarrollaran en condiciones favorables y con participación ciudadana. Además, el caso en los medios de comunicación apenas ha tenido destaque, sólo comparable con cualquier hecho delictivo; aunque este enero El Salvador lo ha iniciado trágicamente, como el caso del último domingo en que al menos se han contabilizado veintidós asesinatos en un solo día, entre ellos, con gala de barbarie indiscriminada. Esto último dice mucho, ya que la identidad política de izquierda del modesto alcalde asesinado y su colaboradora, no parece merecer la misma proyección que otra personalidad tendría si perteneciera a un círculo social o político más distinguido, para la visión de los intereses de los grandes medios. Lamentablemente, este hecho está condenado al olvido o a su minimización.
Esto sucede mientras el partido Arena ha iniciado el proceso para la selección de su candidato a la presidencia, luego de encontronazos poco acostumbrados entre sectores del gran capital y los cercanos al presidente Saca, al quien en principio, le han doblado el brazo para que desiste en imponer a su delfín anunciado, el ministro de seguridad, René Figueroa, quien ha renunciado a dicha pretensión; pero en medio de otras deserciones, como el caso de Eduardo Zablah Hasbún – ex secretario técnico de la presidencia y artífice de su programa económico y que recientemente abandonara el barco por discrepancias con sectores cercanos al señor Saca – y sobre todo el caso de Roberto –Bobby- Murray Meza, oligarca que muchos sectores señalaban como el único, en cuanto a imagen y proyección, que pudiera haberle competido a Mauricio Funes, pero igualmente auto-excluido de esta selección de candidato.
La estructura partidaria de Arena pretende dar la imagen de ser democrática, y que contará con varios pre-candidatos visitando regiones del país y realizando debates, pero nadie duda quién escogerá al ungido. Ha sido el mismo Zablah Hasbún quien lo ha dejado claro en una entrevista publicada por el periódico El Faro, esta misma semana, cuando afirma que el proceso no le parece serio, y que todo lo decide la misma gente, en una clara alusión al control que tiene la argolla enquistada en la directiva del partido para decidir lo que les convenga, y él y todos los demás, saben que Saca está detrás de ello, quien es también presidente de Arena.
Para los amigos de Radio Habana Cuba, reportó desde El Salvador, Centro América, Mario Zavaleta.





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